31 de diciembre de 2008

Nocnitsa


La sonrisa de aquellas chicas era la plena encarnación del depressive black metal, una oscura apertura de labios maquillados con estriado carmín negro y miles de fantasmas abatidos saliendo de sus dientes. Tenían las pestañas como curvos garfios de carbón y algunas de ellas habían echado mano de la sombra de ojos para esbozarse unas ojeras. Hablaban bajo, entretejiendo una red de palabras espectrales y alguna risa aislada, enferma, similar a la rotura de una lápida. Parecían clones mortecinos, con el pelo lacio enmarcándoles la cara como un sombrío sudario y el pecho apabullante a causa del corsé, nada disimulado bajo el manojo de cruces invertidas, anks, abalorios negros, y calaveras que colgaban de su cuello.
No tardaron mucho en rodear a Serab, que se había sentado en su tétrico rincón, como místicos haces encendidos. Lo miraban con curiosidad urente y silenciosa aquellas niñas pálidas y de adusta tristeza, y se mordían la cara interna de los carrillos con sus dientes, "-Que serán de leche-" pensó, humedeciéndose los labios amargos, Serab. Aquellas jóvenes góticas buscaban inmolarse, derramar su subversiva sangre en aquel sótano deprimente, intoxicarse de depravación, humo y las manos grises de Luzbel. Como cada noche.
Ellas lo sabían; él lo sabía. Serab inspiró antes de lanzar la primera dentellada el olor azmizclado de sus pechos.
La lúgubre música de Shining sonaba sobre sus cabezas.

4 comentarios:

Mario Pina dijo...

Sombrío, oscuro y violentamente perverso. En todo caso, inquietante. Mi enhorabuena.

Por cierto, borré el comentario anterior por una errata, perdona.

LaNieblaesRubia dijo...

Muchas gracias!
Bienvenido.

Anónimo dijo...

Tiene un toque morboso que enamora, que excita. Lujuriosamente bello. Es agradable encontrar otra joya perdida en este océano de letras falsas que es la actualidad.

Un saludo. Te seguiré leyendo.

LaNieblaesRubia dijo...

Ídem.
Gracias y bienvenido