Se sintió dulce e hipnotizado por las estrellas.Fragmento. Poema de Vicente Huidobro:Escucha nuestras risas y también nuestro llanto
Escucha los pasos de millones de esclavos.
Escucha la protesta interminable
De esa angustia que se llama hombre.
Escucha el dolor milenario de los pechos de carne
Y la esperanza que renace de sus propias cenizas cada día.
También nosotros te escuchamos
Rumiando tantos astros atrapados en tus redes
Rumiando eternamente los siglos naufragados.
También nosotros te escuchamos
Cuando te revuelcas en tu lecho de dolor,
Cuando tus gladiadores se baten entre sí.
Cuando tu cólera hace estallar los meridianos
O bien cuando te agitas como un gran mercado en fiesta
O bien cuando maldices a los hombres
O te haces el dormido,
Tembloroso en tu gran telaraña esperando la presa.
Lloras sin saber por qué lloras.
Y nosotros lloramos creyendo saber por qué lloramos.
Sufres como sufren los hombres.
Pero soy vagabundo y tengo miedo que me oigas.
Tengo miedo de tus venganzas.
Olvida mis maldiciones y cantemos juntos esta noche.
Hazte hombre te digo como yo a veces me hago mar.
Olvida los presagios funestos.
Olvida la explosión de mis praderas.
Yo te tiendo las manos como flores;
Hagamos las paces te digo.
Tú eres el más poderoso.
Que yo estreche tus manos en las mías
Y sea la paz entre nosotros.
Junto a mi corazón te siento
Cuando oigo el gemir de tus violines.
Cuando estás ahí tendido como el llanto de un niño.
Cuando estás pensativo frente al cielo;
Cuando estás dolorido en tus almohadas;
Cuando te siento llorar detrás de mi ventana...
Cuando lloramos sin razón como tú lloras.