9 de diciembre de 2008

No hay yo


-¿Cómo estás?
-¿Viva y tú?
- También... pero intento cubrir mis ojos y no puedo. Tengo las manos picoteadas y el Sol está mojado. Así que se me cuela por los agujeros de las palmas y me molesta.
- Dime que hubiera ocurrido si no hubiésemos conocido sin ninguna dirección.
-Hubiera arrancado una estrella. Sobre ella habríamos puesto nuestra hamaca y habríamos cultivado café.
- Hubiera ardido todo... la hamaca, el café, nosotros; todo. No se puede vivir en una estrella.
- Quizá tengas razón... pero lo que sí haríamos sería devorarnos cada noche. Deshacernos. Con las manos, con las uñas, con los dientes. Sólo quedarían dos iris exhaustos sobre la cama. Dos iris y dos párpados que los cubren y los acunan y los duermen. Por la mañana estaríamos completos, desayunaríamos colirio en barritas y a la noche volveríamos a destrozarnos. Yo te diría "¿Sabes? Todo es tal y como parece. Sólo eso."...Créeme, seríamos tan felices que ni notaríamos las piedras de la garganta ni el acre hedor del tiempo.

2 comentarios:

Soy Leyenda dijo...

Medias conversaciones. Tus palabras son como medios relatos, no hay principios. Te abocan directamente a escena, como cuando te empujaban siendo pequeño al escenario porque era tu turno. No hay finales, dejandote ese regusto en los labios. No comienzo ni final son necesarios. Tus relatos son, como cuando caminando por la calle vas oyendo lo que dicen los demas al cruzarte, ese breve instante, medias conversaciones. Me gustan, me gustan mucho. Sigue hablando, te escuchare cuando me cruce.

LaNieblaesRubia dijo...

Una vez me dijeron que la voz actúa como una linterna. Hay que enfocarla para que se escuche.
Sin duda, si me oyes, es porque proyecto mi voz hacia ti.
El próximo sólo será un principio.
Un beso, Leyenda.
Nos leemos.