13 de diciembre de 2011


Así, como aquella vez que el más proclive de tus amigos a suicidarse te dijo que los paroxismos contaminaban menos que este ahora-tranquilidad
que es hebra y soga.
Que detiene el agua
en sínfisis mordidas.

Que es mío ahora.


No brotará la gracia de repente.
No hay salivas involucradas.
Ni las fieras dan miel.

Así,
así de bien
entendiste.

10 de septiembre de 2011

Caen los ojos



El angustioso mar de pedrería vino

para abismar tus retinas en charcas sin reflejo.


Leucozafiros y vientre lamidos

Con entusiasmo por el Frío

Son voz en la tus deudos

Hunden las manos.


Las zarzas besan las pecas

Que vivían en tu piel viva

en un colegio con capilla y sin fosforescencia.


Te recuerdo con los carrillos rojos

Y los labios moviéndose precoces en la lengua adulta

hoy,

Cuando la enorme verdad del hielo,

Sudario de tierras frías,

Es sopa diaria e inmóvil.


Nunca envejecerás, ni te casarás, ni descolgarás hijos de tu ombligo.

Ya no participas en el juego del erizo:

Eres portador de remos que comen orillas de látigos blancos

en un columbario desecado.


Y nosotros,

los vivos,

Tus siameses de pupitre,

Veremos el hueco de tu cara llena,

Oiremos el silencio de tu respiración felina y sana,


Desde los escalones acuosos

de nuestras vidas largas e intercambiables.



In memoriam C.D.



1 de septiembre de 2011

Y verás a tu niña caer al mar


Primero la vida con sus salas de espera
cuando uno sabe que nunca será admitido.

Primero la vida como fondo de desdén
a este rostro suficientemente bello;
Como antídoto a esta perfección que ella pide y teme.

La vida, ese embuste de Dios.

Primero la vida.

André Breton

28 de julio de 2011

Impasse


La voz que trato de silenciar a todas horas ha desovado su discorde tósigo en mí:

Que no me ha perdonado; que ya no le importo; que me olvida sin esfuerzo.

Estoy solo. La tara tóxica salió de mí y vino a mí.

Estoy solo.

10 de julio de 2011

Casi cirugía.

Y como lo primero que hacía cuando empezaba a escribir una historia era detallar la estancia en la que transcurría, el Escritor escribió:

“La sinóptica pero espaciosa habitación del hospital cuenta con un sofá lapislázuli que da calor. Si pretendo que mi espalda descanse en el respaldo mis pies se alejan del suelo. Me hace asemejarme a un muñeco estuprado. Sudo mucho. Parece que alguien ha intentado succionarle las hojas a las orquídeas –empiezan a marchitarse. Yo soy el visitante; la cortesía que contempla a un enfermo nada ávido. El enfermo es un varón. El enfermo es mi hermano. Muy posiblemente ya ha dejado de pensar; no abre los labios para ver ni abre los ojos para oír. Suelto palabras desde mis labios degradados para acallar el espantoso abrazo de la Enfermedad. Mi joven alma se moja de ese padecimiento inmóvil y miro a la ventana como si esperase ver la vida caballar y alegre que me corresponde y a la que renuncio por estar aquí con él.”

***

Te había mordido el alma y tú lo que más querías era hacer algo demoledor, algo grande, que él recibiera como un “tú lo provocaste”. Un grito-agujero babeante, endemoniado, con las tripas fuera y remojadas en lágrimas; el bramido del cielo mientras se rompe el espinazo. Algo que llevara en la conciencia toda su puta vida. Por eso te tomaste esas pastillas a toda prisa. Pero te pillaron a tiempo y ahora ves al eterno victorioso ante la cama áspera del hospital. Volverías a ser carbón para la maquinaria abyecta de sus relatos y él seguiría sin reconocer su culpa en todo esto.

“Laceras mi carne”

Quieres decirle

“Ahora olfateada y contaminada. Mi carne de naufrago feroz por tu glotis de… Tu abrazo era hoguera. Devuélveme a mi… a mí. Fui el des-amado. Tu maldad es más ágil que los recuerdos y te alimentas de mis escalofríos y cómo no pudiste ver en mí señal de haber llorado cuando te fuiste con María, mi mujer y creíste que la calentarías pero la helaste como nos helaste a papá, a mamá y a mí cuando os vimos pasear cerca del colegio al que iba Marieta.”

Tú solo eres señal de un río derrumbado.

“Ojalá pudieras sentir el frío de este lado; el lado de los que aman demasiado a. Tú. Ti, te. Tu amar es mediocre para ser hombre y mucho más lo es para ser escritor…”

No hablas porque la garganta te escuece. Tras el lavado de estómago, piensas.

***

El Escritor se despidió del “hombre-bayeta” que era su hermano gelatinoso dentro de las sábanas pellizcándole el hombro, no sin antes comunicarle lo fétido que le resultaba el baño de la habitación, al que describió como una mezcla de “orín, datura estramonia, melocotón en almíbar y saliva.” No podía quedarse más tiempo porque tenía a María mala en casa –siempre se muerde los labios a pronunciar su nombre- así que hasta otro día, ya se verían en otro lugar donde la luz fuese más amable. Y que no hiciese otra tontería, que por encima de todo y todos, había que vivir. Aún tenía un verdor en el corazón que le hacía muy débil. Adiós, hermano.

3 de julio de 2011


Televisión. Cristina Tárrega, siempre untuosa, opina, sin remordimientos, que "lealtad y fidelidad son dos cosas distintas" y que "Leonardo da Vinci no sabía pintar manos". Todo el mundo sabe que Goya cobraba más por pintar figuras que no llevaran guantes. Las uñas son difíciles, y el ventilador USB le estaba resecando los párpados a Amalia, quien creía que la fidelidad era muy recomendable, ya que, particularmente, a ella no le favorecía la pérdida de cortisol que conlleva el sexo y le servía, además, de personalísimo adorno en el mundo incontinente y lúbrico en el que vivía.

11 de junio de 2011

La emesia redentora


Las excusas absolutorias del infiel hacen Ley en la casa de los Cuatro Brazos. Allí ya nadie dice nada de los muslos arañados ni de las tardanzas. El silencio amarillea el drama. María es infértil y adormece las curdas en un sofá sin cojines desde el que ve a la hija de la vecina jugar a que los ladrillos sean tacones.

Su marido -cazador de ondinas de bares extintos- no le da motivos para repararse.

7 de abril de 2011

Arranca.

Descubrí el hueso de mi alma-tres Y vi pubis de piedra hacer un espinar en mi bolo alimenticio. Atraganta la virtud en los tendones Exprimidos hasta la trama-abulia. Pieles de niebla que se llevan el cachorro que el vacío parió en pleno diluvio de sangre. Descubrí el hueso de mentira-tres Y vi agua de mujer en los suelos oblicuos.

16 de marzo de 2011

Me afilan.



Sale un hombre de la casa. Tiene los lagrimales a distinta altura.
Mujer mal cosida, mujer precadavérica ha comprendido.
Los mil brazos de la serpiente la han hecho vidrio frotado.
Hay carne amarilla hoy y sal mañana.
Espectros de musgo hoy y sangre demasiado ayer.
Ningún muchacho la esperará en el Barrio Latino
Y ella ya no espera que melancolía se le salga con la orina.

21 de febrero de 2011

Los viejos se bajan en masa del C1.
Los jóvenes ganan. Los jóvenes se quedan en el C1.
De las ramas florece piel de zorro.
La muerte,
la hermana seca,
germina en los oídos.
Aquí huele a suerte necrosada.

15 de febrero de 2011

El padre con hijos y sin mujer corre por un suelo de saliva.
Si tuviera un amante poeta, pero no muy retórico, diría que aún tengo el color dormido.

12 de febrero de 2011

Cuando te marches de su lado tendrás a alguien a quien decirle que tampoco le echas tanto de menos. Es el plumón del pájaro de las centurias. Siempre te han gustado el sabor de los tímpanos nuevos y ser hielo entre dos piernas.
El norte de todas las costillas.
Peonza de resina.
Brecha.

30 de enero de 2011

Ready for the Floor




Hemos hecho diosas las calles.
Gominolas. Gutapercha.
El suelo se hincha. El suelo-burbuja. El viento nos taladra. Radiohead nos gorjea.
Grapado a mi tobillo por los dientes; la separación acuchillada por los dientes, la luna desventrada por los dientes, la diana desaguada por los dientes.
El pión de tu espuma, y tu espuma usada como clorutorio.
Las uñas de los cuatro brazos,
Las uñas de los ojos, los ojos desnudos, los ojos inactivos.
Haces parábolas. Las hueles a ellas. Me masticas. Te vas.
¡Ha sido tanto...!





23 de enero de 2011

Te conocí en un grimorio.

15 de enero de 2011

Por fin me ha dejado de sangrar la nariz.
Qué carmín más resistente.
Por la tele sale la Garza Real.
Hay más carmina por la casa.
Y más derrames.

7 de enero de 2011





Culta. Amante de su casa. Vocación de madre. Piadosa.



5 de enero de 2011


Aunque no tienes ojos, me estás mirando detrás de esta niebla.
Tienes algo de león acobardado;
de esos leones del trono de Salomón,
la cabeza baja y el rabo entre las piernas,
en la actitud humillada que le corresponde a la fuerza ante la justicia.