28 de marzo de 2010

Mi perro siempre quiere ir por ese camino que está lleno de animales muertos y raíces. Un niño me habla en su lengua facial debajo de la capucha y los pétalos de los almendros parecen dientes de leche. Todo pasa aquí, pero yo no estoy aquí.
En el cuadro insípido que es mi vida, empleo lo que tengo de cuadrúpedo para esconderme debajo de la cama.

1 comentario:

licaon memento mori dijo...

Espero que sea ficcion. En cuanto a tu linaje canino.....araña y enseña los dientes!!