11 de marzo de 2010

Te daré mil gracias si esto nunca acaba

4 comentarios:

Matias Rivera Baeza dijo...

Disfrute mucho segundas nupcias.

Anónimo dijo...

"Cierro ya esta puerta. Se acabó la fiesta."

Hay rechazos que son terribles; luego hay otros que te vuelven terrible.

Saludos, Niebla.

Matias Rivera Baeza dijo...

Respecto a Segundas Nupcias, dejemos a bufón buscando a la chica/chico que nunca nació.

El cuento no es oscuro ni morboso, sino sutilmente celebra un happy ending para todos los involucrados. Carolina llega a la plenitud a la que aspira su existencia -ser la novia de blanco y ser la mujer de alguien -Alvaro coloca el anillo en su dedo, por tanto, la desposa. LLegar a lo que se desea y cesar en existir en ese cimax, realizando la esencia de lo deseado -eso es generosidad divina.

Álvaro logra mitigar la pérdida de Lorena y acompañar su soledad con alguien con quien compartir la cama y llenar los momentos - y cuando se empieza a desvirtuar, la divina providencia del azar le sonrie y lo salva de su evasión.

Lorena, bueno, Lorena es la musa, y la felicidad es el paraíso: pero los paraísos siempre existen en el pasado y en la memoria de los hombres, que todo lo transforma y deforma hasta darle una apariencia que satisfaga a la nostalgia y la melancolía: Alvaro puede de nuevo estar con su musa, y por un instante puede pisar el paraíso vedado.

Que puedo decir, que ya quisiera yo poder urdir narrativa como esta...pero mis talentos son magros y solo alcanzan para el ensayo con una manito de gato literaria... En fin... I tip my hat, niebla rubia.

LaNieblaesRubia dijo...

Me halaga/emociona que te hayas tomado la molestia de analizar mi texto, idea por idea; cada personajes y sus mordiscos.
Muchas gracias de corazón. No creo que lo merezca.

El bufón pronto se colocará su sombrero de cascabeles, puesto que ya está mejor.