17 de febrero de 2009

Temblor

El Temblor

La lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar,
lamer el eje vertical,

contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.

Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.

Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.

La raíz del temblor llena tu boca,
tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta.

José Ángel Valente

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La poesía

Se fue en el viento,
volvió en el aire.

Le abrí en mi casa
la puerta grande.

Se fue en el viento.
Quedé anhelante.

Se fue en el viento,
volvió en el aire.

Me llevó adonde
no había nadie.

Se fue en el viento,
quedó en mi sangre.

Volvió en el aire.

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No lo conocía, tiene una obra interesante.

Seth dijo...

Muy sugerente... ;))