12 de abril de 2010

Miss Manía


El maquillaje de sus párpados se ha corrido y forma grietas. Camina, despeinada, bajo un diluvio de sangre. Miss Manía tiene el limbo en su ombligo y la muerte en su pulso. Esta noche es ausencia, ausencia, ausencia. Aspersor de nervios. Muda de piel. Ahora es cáscara y ahora es cuerno. En el aire cuelga una espiral humeante de desolación. El pensamiento se clava como una espina en su garganta de granito. Su vida respira lágrimas. La luz de la bombilla es un verdugo. La sepultan los embriones de los días, y le escuece pensar. Ella es las vacilaciones de su porvenir. Y es el Grito.
La oscuridad se hace más densa y estrecha, y la felicidad se exilia para siempre de su reino helado. La ansiedad, sorda y poliforme, se hace vidrio en sus venas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hace que los que han perdido la voluntad de vivir sigan existiendo? Es el miedo a la muerte o la ilusión de un porvenir que traiga felicidad?

Hoy me preguntaba por qué el mundo no ha creado las mismas oportunidades que tiene el común de la gente, para la gente más talentosa? Por qué los grandes genios literarios, científicos, filosóficos y demás deben luchar más que el humano promedio por lograr la felicidad?

Y al final no comenté tu entrada, mi querida Niebla; hoy estoy estúpido y el mundo me huele a mierda.

Que tengas hermosos días.

LaNieblaesRubia dijo...

Para lamerme las heridas me afano en creer que aquellos que tienen un corazón de carne en vez de un corazón de piedra comprenden cosas que los demás no pueden comprender.
Los grandes genios son tales por su gran perceptibilidad. La piedad, la empatía, el ostracismo, la susceptibilidad; son los clavos sobre los que caminan.
Alejandro Dumas dijo que el arte necesita soledad, o miseria, o pasión. Que es una flor de una roca, que requiere un viento áspero y el terreno duro.

Anónimo dijo...

"Son los clavos sobre los que caminan", no lo podría haber dicho mejor. Remontándome un poco a las veces que hablas por ti misma y no por medio de personajes y situaciones ficticias, comienzo a percatarme de tu peculiaridad metafórica.

Sólo eso; prefiero detenerme allí, no quiero destruir la magia del anonimato.

Ahora, con respecto a lo que dijiste, realmente el artista o el científico (para citar casos específicos) necesita del sufrimiento para crear? Enfoquémonos en el artista; acaso no puede crear a partir de la felicidad? De la dicha?

Realmente lo que me preocupaba inicialmente era que por alguna razón, estos "espíritus excelentes" (como los llamaría Platón) son rechazados por el común, forzados a rebajarse y vivir como el común, amar como el común y peor aún, amar al común.

Y al final, el sufrimiento produce la obra del genio o los dos coexisten sin estar relacionados?

Saludos, Niebla.

LaNieblaesRubia dijo...

"Y peor aún, amar al común".
Todo depende de los grupos en los que dividas a la especie humana. ¿Cazadores y cazados?¿Élites o masa?¿Excelentes o mediocres?
No voy a abanderar el sufrimiento como única forma de creación -me vienen, aunque pocos, algunos ejemplos de artistas o escritores de espíritu jovial y alegre- pero sí creo que la sublimidad no puede darse en una esencia mediana, vulgar. O dicho de otra manera, la aurea mediocritas devasta el arte.