19 de noviembre de 2009

Diarios, Fernando Pessoa


No sé quién soy, qué alma tengo.
Cuando hablo con sinceridad, no sé, con sinceridad, de qué hablo. Soy distintamente otro diferente de ese yo que no sé si existe.
Siento que no tengo creencias. Me arrebatan ansias que rechazo. Mi perpetua atención en mí mismo me muestra continuamente traiciones de espíritu a un carácter que tal vez no tenga, y que ese espíritu no cree que tenga.
Me siento múltiple.
Soy como un cuarto con innúmeros espejos fantásticos que deforma, convirtiendo en reflexiones falsas, una realidad que no está en nadie y está en todos.
Al igual que el panteísta que se siente onda, astro y flor, yo me siento varios seres. Siento que vivo vidas ajenas, en mí, incompletamente, como si mi ser participase de todos los hombres, incompletamente, individualizado en una suma de no-yoes que se sintetizan en un yo simulado.

4 comentarios:

Soy Leyenda dijo...

¿Conoce alguien los limites de su alma, como para poder decir: soy yo?
Pessoa

Cuando se siente demasiado a veces no queda otra, que ser varias personas.

LaNieblaesRubia dijo...

Seguiré sin ser Dios, ni hombre, ni mundo, un simpla vacío-persona, infinito consciente de Nada, terror sin nombre, exiliado del misterio de sí mismo, de la propia vida.
Habitaré eternamente el desierto muerto de mí mismo, error abstracto de la creación que me dejó atrás.
Arderá en mí, eterna, inultilmente,
el ansia estéril del regreso al ser.

***
¿Es Pessoa una de tus personalidades, H? ¿eres tú una de las personalidades de Pessoa?

Vuestros límites se dan la mano a veces.

Seth dijo...

Echo de menos caminar por las ruas de Baixa-Chiado y encontrarme casi por inercia sentado en el
Café a Brasileira. Pessoa siempre está muy presente este lugar, se respira en el ambiente y casi se le puede ver escribiendo. Te hubiera gustado.

Saudades... saudades...

LaNieblaesRubia dijo...

muchas ganas de ir...