Así de pronto amanecí en un inmenso corredor
miré a ambos lados y vi solamente puertas,
y en cada una de ellas grandes letras rezaban así:
ESTO NO ES UNA SALIDA.
Tras una de ellas te encontré,
desnuda y asustada y proyectada contra la pared.
Tú me guiñaste un ojo, yo me acerqué y oí tú voz:
"Cuando ordene usted puedo desparecer."
Y yo no le di mayor importancia a lo que oí
y ese fue mi gran error.
Te podía golpear, y aún estaba bien.
Te humillé, te violé y tú seguías en pie.
Y aunque no es frecuente en mí,
quise concederte un nombre y te di a elegir:
"¿Cómo te quieres llamar?"
Tú me respondiste así... Marylin.
Y aunque no eras rubia,
y aunque no hablabas inglés,
y aunque eras más que estúpida,
y aunque no sé si eras mujer,
en fin, serías tú mi Marylin particular.
Como los ríos fluyen,
igual que el viento sopla, así el amor destruye.
Y o lo supe en el momento en que me repetiste allí:
"Cuando ordene usted puedo desaparecer."
Y ahora si tiemblo de dolor,
y si tiemblo de dolor,
y si ladro de dolor,
y su aúllo de dolor,
y si ululo de dolor,
es por ti, Marylin.
Es por ti, Marylin...
Jamás imaginé que un poco de amor le podía a uno causar tanto dolor,
¿Cómo iba a adivinar que iba a hacerme daño alguien que era irreal?
Y la puerta se cerró y allí mismo te perdí, Marylin...
El cartel del FIB al completo y por días
Hace 5 años